Siguiendo con los vinos de Burdeos 2012 que en su día compré
en avanzada, hoy toca compartir mis impresiones sobre dos vinos de la margen
izquierda, en concreto de las denominaciones Saint-Estèphe y Margaux.
Cos Labory es una propiedad con una larga historia, y su
nombre proviene de su localización en una colina (Cos, colina de guijarros) y
del apellido de su primer propietario, François Labory. Poseen 18 Ha de viñedo
en lo alto de la colina, asentados en suelos de grava, plantados con Cabernet
Sauvignon, Merlot y Cabernet Franc. Elaboran tres vinos, siendo Château Cos
Labory el grand vin de la casa.
Château Cos Labory 2012 (AOC Saint-Estèphe, 5ème Cru Classé;
tinto con crianza, 60% Cabernet Sauvignon, 35% Merlot, 5% Cabernet Franc;
Château Cos Labory) se elabora a partir de viñedos con una edad media de 35
años plantados en suelos de grava con un subsuelo de margas calizas; la
vinificación tiene lugar en acero inoxidable con control de temperatura y tiene
una crianza de unos 15 meses en barrica de roble de las cuales un 50% son
nuevas. Se trata de un vino de color rojo granatoso, con ribete granate. Nariz
de buena intensidad, dando a copa parada sobre todo fruta roja, y apareciendo
tras agitar balsámicos, pimienta y algún tostado y con tiempo en copa, café. En
boca destaca una buena acidez, buena carga frutal, cuerpo medio, tanino
elegante aún algo marcado y un final de persistencia media. Un vino agradable y
rico, sin estridencias, y que aún mejorará en botella.
Hay menciones de los vinos del Priorato de Cantenac ya en el
siglo XIV, aunque el priorato en sí había sido fundado en el siglo XI y ya por
entonces elaboraba vino. En 1809 la propiedad dejó de pertenecer a la iglesia,
y pasó a manos de un comerciante de vinos bordelés, Durand Delains. Por fin, en
1951 la propiedad es adquirida por Alexis Lichine, quien le da su nombre actual
en 1951. Actualmente la bodega pertenece al Grupo Ballande. Poseen 77 Ha de
viñedo plantado en suelos de grava, y se cultivan Cabernet Sauvignon, Merlot y Petit Verdot. Elaboran
tres tintos y un blanco (con uvas procedentes de la localidad de Arsac) y
Château Prieuré-Lichine es el grand vin de la casa.
Château Prieuré-Lichine 2012 (AOC Margaux, 4ème Cru Classé;
tinto con crianza, 65% Cabernet Sauvignon, 30% Merlot, 5% Petit Verdot; Château
Prieuré-Lichine) se elabora con las mejores uvas del viñedo de una edad media
de 30 años. Vinificación en acero inoxidable y tanques de concreto, ambos con
temperatura controlada, y crianza en barricas de robre, 50% nuevas y 50% de
segundo año. Se trata de un vino de color picota de capa alta, con ribetes rubí
donde asoma algún teja. Nariz de intensidad media con grosellas, fruta negra
licorosa, balsámicos, pimienta, tabaco y tierra mojada. En boca en frutal, de
buena acidez, con buen cuerpo, tanino algo secante y buena persistencia. De
nuevo un vino muy tico y ya muy disfrutable, pero que mejorará.
Primera aproximación a los vinos del Médoc de la añada 2012,
añada difícil y que exigió mucho trabajo para poder elaborar buenos vinos.
Estos dos que hoy comparto son vinos muy ricos, agradables sin llegar a ser
memorables, y que tienen un buen futuro por delante para pulir taninos y
desarrollar más complejidad. Queda una botella de cada uno para comprobarlo. Y
queda también empezar con las grandes denominaciones de la margen derecha,
Pomerol y Saint-Émilion Grand Cru, que parece que en general han salido mejor
parados ese año y para los que se recomienda un poco más de tiempo.
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