Suertes del Marqués es una pequeña bodega familiar tinerfeña fundada en 2006 con la idea de elaborar vinos de calidad diferenciada. Cuentan actualmente con 9 Ha de viñedo en la finca “El Esquilón”, ubicada en la zona conocida como Las Suertes en las medianías del Valle de La Orotava, con 21 parcelas entre los 350 y los 700 metros de altitud sobre el nivel del mar, plantadas sobre todo con cepas centenarias a pie franco de Listán negro y blanco y otras variedades autóctonas como Vijariego, Baboso, Tintilla o Albillo. Con la idea de interferir lo menos posible en los procesos naturales de elaboración del vino, todos los procesos son manuales, con uso de levaduras autóctonas, fermentación en depósitos de acero inoxidable y tanques de cemento sin revestir y crianzas en fudres de madera de origen borgoñón. La bodega elabora dos gamas de vinos, la gama Suertes del Marqués compuesta por cinco tintos, dos blancos secos y un semiseco, y la gama 7 Fuentes, que consta de dos vinos tintos.
El vino de la bodega que hemos probado y disfrutado fue el 7 Fuentes 2012 (DO Valle de la Orotava, tinto con crianza 90% Listán Negro y 10% Tintilla, Suertes del Marqués). Se trata de un ensamblaje de uvas procedentes de varias parcelas con suelos franco arcillosos de origen volcánico, con distintas exposiciones y entre los 400 y los 650 metros sobre el nivel del mar, con una edad media de los viñedos de entre 10 y 100 años. Vendimia manual, fermentación alcohólica con levaduras autóctonas en depósitos de acero inoxidable con remontados diarios, maloláctica 60% en depósitos de hormigón de 5700 litros y el resto en barricas de roble de 500 litros y crianza de 8 meses, 60% en depósitos de hormigón y 40% en barricas de roble francés. Se trata de un vino de color picota bien cubierto, con ribetes rubideos muy vivos. La nariz es de buena intensidad y muy atractiva, con cacao, fruta roja ácida, fruta negra bien madura, notas terrosas y quizá algo de hierbas de monte. En boca tiene una acidez fresca, de cuerpo medio, buena presencia, tanino muy dulce, sedoso y con un final muy agradable.
Mi primer tinto tinerfeño ha resultado ser un vino fresco, con cierta complejidad y muy rico. Me ha gustado mucho, y creo que tiene una muy buena RCP. Repetiré sin duda, y espero ir probando el resto de vinos de la casa.
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