Como cada año en el mes de diciembre, Bodega Selección abre sus puertas para una cata-degustación especial. Y como cada año desde hace 2009, allí nos fuimos, para poder disfrutar de algunos de los grandes vinos de España.
En esta ocasión había a disposición de los asistentes algo más de 25 vinos, entre espumosos, blancos y tintos de diversas edades y crianzas, pero me voy a limitar a contar aquí lo que más me llamó la atención.
Empezamos los espumosos con los cavas. En primer lugar Bohigas Brut Nature (DO Cava, Macabeo, Xarel•lo, Parellada; Bohigas), de color amarillo pálido, poca intensidad aromática marcada por frutos secos y bollería, y un paso por boca suave y un pelín soso. Algo más dio de si Bohigas Brut Nature Gran Reserva (DO Cava, Macabeo, Xarel•lo, Parellada y Chardonnay; Bohigas), de un amarillo dorado muy bonito; notas minerales y como de ceniza, con frutos secos; buena acidez, frutal, y que aunque se notaba algo hueco, no estuvo mal. El siguiente cava sí que me pareció un gran vino, Gramona III Lustros Gran Reserva 2004 (DO Cava, 70 % Xarel•lo y 30% Macabeo; Gramona) viste un color amarillo dorado, brillante; buena intensidad aromática, con bollería, avellanas y cítricos; es seco, con el carbónico marcado y recuerdos de frutos secos. Muy rico.
Teníamos para degustar en la zona de espumosos tres champagnes, de los cuales sólo probé uno, que tenía muchas ganas de conocer. Perrier-Jouët Grand Brut (AOC Champagne, Chardonnay, Pinot Noir, Pinot Meunier; Maison Perrier-Jouët) es un champagne de color amarillo muy pálido, de nariz elegante y fina, con bollería, frutos secos, manzana y flores blancas; en boca es seco, fresco, frutal, amargoso. Muy fino y rico.
De los blancos degustados sólo comentaré uno, que me llamó bastante la atención. Go de Godello 2009 (DO Bierzo, blanco fermentado y criado en barrica con lías, Godello y Doña Blanca, Soto del Vicario) es un vino de color amarillo alimonado intenso y brillante, precioso. Aromas cremosos, florales, presencia de las lías, fruta de hueso. En boca es lleno, untuoso, cremoso y amargoso. Muy rico, pero con visos de poder cansar pronto.
Empezamos la ronda de tintos, donde había una destacada presencia de riojanos. Comenzamos por Ysios Reserva 2006 (DOCa Rioja, tinto con crianza 100% Tempranillo, Ysios) de color picota oscuro con ribete violáceo granatoso. En nariz, fruta negra, chocolate, especiado y notas de madera. Paso por boca frutal, seco, con un final marcado por la madera. No está mal, pero le sobra algo de roble. Seguimos en Rioja con Glorioso Reserva 2006 (DOCa Rioja, tinto con crianza 100% Tempranillo, Bodegas Palacio), vino de color granatoso y rubídeo, evolucionando. Nariz muy terciaria, con cacao, torrefactos y fruta negra algo pasificada. Fresco y muy frutal en boca, con buena acidez y tanino aterciopelado. Me gustó.
Sin salir de la misma región, Señorío de Cuzcurrita 2003 (DOCa Rioja, tinto con crianza 100% Tempranillo, Castillo de Cuzcurrita) se mostró de color granatoso virando a caoba; en nariz especiado dulce, torrefactos y fruta pasificada; en boca suave, frutal, sedoso, ligero. Muy rico pero algo falto de cuerpo. Cruzamos a la otra gran DO española, para encontrarnos con Manjar de Silos 2006 (DO Ribera del Duero, tinto con crianza 100% Tempranillo, Bodegas Uvaguilera), vino de color granatoso de buena capa. Aromas de fruta negra, especiado y cacao. Seco, algo golosón, con tanino marcado pero elegante. Para beber más de una copa.
Así, llegamos a la mesa de los grandes vinos, que este año disfruté especialmente. Empezamos con Palomero 2005 (DO Ribera del Duero, tinto con crianza 100% Tempranillo, Bodegas Uvaguilera), vino de color picota muy cubierto, con ribete aún entre violáceo y rubí. En nariz, mucho cacao y torrefactos, con fruta sobre todo negra muy madura. En boca es frutal, con muy buena acidez y tanino aún muy marcado. Un buen vino que aún necesita botella.
Castillo Ygay Gran reserva Especial 2004 (DOCa Rioja, tinto con crianza, 93% Tempranillo, 7% Mazuelo; Marqués de Murrieta) viste de color rubí granatoso asomando algún caoba. En nariz notamos alguna nota química frugal, luego fruta roja, cacao, torrefactos y especias. En boca, delicioso, suave, frutal, sedoso, buena acidez, tanino sedosísimo. Muy rico.
Pasamos a el que fue quizá el mejor vino de la degustación, Remírez de Ganuza Reserva 2006 (DOCa Rioja, tinto con crianza, 90% Tempranillo, 10% Graciano; Remírez de Ganuza). Color picota de capa alta con ribete granatoso. Nos dio en nariz, que es de muy buena intensidad, cacao, vainillas, fruta negra licorosa y especias. En boca se mostró como un vino suave, sedoso, frutal, de buena acidez y final muy agradable. Riquísimo, el vino de la noche.
Ya con bastantes más años a sus espaldas, tuvo que luchar en esa mesa un Artadi Pagos Viejos 1998 (DOCa Rioja, tinto con crianza 100% Tempraniño, Artadi Viñedos y Vinos). Vestía unos colores donde ya asomaban claramente los caobas. Nariz licorosa, con fruta confitada y vainilla. Buena acidez, muy suave y frutal, muy sedoso. Un gran vino, también muy rico, pero ya con poca vida por delante.
Terminamos con el vino más esperado de la noche, Vega Sicila Único 1998 (DO Ribera del Duero, tinto con crianza 85% Tinto Fino y 15% Cabernet Sauvignon; Vega Sicilia). De color granatoso acaobado, de capa alta. Nariz elegante y compleja, con torrefactos, cacao, ahumados, fruta negra madura y algo de fruta roja. En boca, muy buena acidez, sedoso, muy redondo, frutal, elegante y con presencia. Un vino de largo disfrute.
Fantástica degustación, buenas charlas y mejores vinos para cerrar el ciclo de catas del año.
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