Mi experiencia con los vinos de Borgoña es muy muy reducida, pero lo que he probado y lo que he leído u oído, me ha llevado a la idea de que en muchas ocasiones no son vinos directos, de los que gritan a los cuatro vientos aquí estoy yo, plenos de aromas y potencia. Más bien son vinos insinuantes y en ocasiones intrigantes, que suelen demandar atención de quien los quiere disfrutar.
Los dos que hoy comento aquí, a pesar de ser vinos de denominaciones genéricas, y ni de lejos viñedos de gran renombre, me han hecho ponerme serio con ellos, aunque según nos hemos ido relacionando, han ido dejando ver su lado más amable.
Domaine Newman es propiedad de Chris Newman, hijo del fundador Robert Newman, un estadounidense que adquirió unos viñedos grand cru en la Côte d'Or en 1952. Actualmente, todos sus viñedos son cultivados de forma orgánica y la vinificación incluye vendimia manual, levaduras indígenas y embotellado sin filtrado y sin otros procesos. De los vinos que elabora el Domaine, he podido probar su genérico Côte de Beaune. Domaine Newman La Grande Chatelaine 2009 (AOC Côte de Beaune, tinto con crianza 100% Pinot Noir, Domaine Newman) tiene un color rojo rubí muy bonito, de capa baja. Bastante cerrado en nariz al principio, le costó mostrarse (no lo decanté, lo descorché una hora antes de servir), y cuando lo hizo, marcaba sobre todo balsámicos, especias, madera y una ligera envoltura de fruta roja. En boca es un vino con cierto cuerpo, bastante sedoso, con un tanino que parecía ir y venir; según iba evolucionando el vino, se iba conjuntando todo. Un vino que inicialmente no me convenció y que luego, según pasaba el tiempo, me iba gustando más.
El segundo vino es elaborado por el Aubert de Villaine. A muchos, este nombre igual no les dice mucho; pero si oyen que es copropietario y codirector del Domaine de la Romanée-Conti, seguro que la cosa cambia. Aubert y su esposa Pamela regentan el Domaine A. et P. de Villaine, situado en Bouzeron, en la Côte Chalonnaise. Practican en todos sus viñedos un cultivo orgánico, poseyendo desde 1986 la certificación de Qualicé-France. Tras vendimia manual, vinificación en depósitos de roble, crianza de un año y embotellado sin filtrar, nace el Domaine A. et P. de Villaine La Fortune 2009 (AOC Bourgogne, tinto con crianza 100% Pinot Noir, Domaine A. et P. de Villaine). Muestra un color granatoso algo apagado, de ribete granate con algún destello rubí, de capa baja. Nariz algo extraña, no muy intensa, con un deje químico en primer plano, que al desvanecerse dejaba aparecer frutos rojos, tierra mojada y notas como de busque húmedo y de setas. En boca, es un vino suave, con una buena acidez, que en algún sorbo parecía muy marcada; retronasal sobre todo frutal y un tanino muy sedoso, dejando un final no demasiado largo. Mejoró bastante tanto en nariz como en boca a las 24 horas, mostrando muchos más aromas frutales, con un paso por boca más sedoso y conjuntado y con una mineralidad más presente. Mucha mejor boca que nariz sin ninguna duda, aunque al principio no me entendí del todo con él. ¿Igual algún problema con esta botella?
Dos vinos algo complicados en nariz, pero que se van expresando con tiempo y aire, y que discretamente hacen que nos vayamos sirviendo una copa detrás de otra.
Los dos que hoy comento aquí, a pesar de ser vinos de denominaciones genéricas, y ni de lejos viñedos de gran renombre, me han hecho ponerme serio con ellos, aunque según nos hemos ido relacionando, han ido dejando ver su lado más amable.
Domaine Newman es propiedad de Chris Newman, hijo del fundador Robert Newman, un estadounidense que adquirió unos viñedos grand cru en la Côte d'Or en 1952. Actualmente, todos sus viñedos son cultivados de forma orgánica y la vinificación incluye vendimia manual, levaduras indígenas y embotellado sin filtrado y sin otros procesos. De los vinos que elabora el Domaine, he podido probar su genérico Côte de Beaune. Domaine Newman La Grande Chatelaine 2009 (AOC Côte de Beaune, tinto con crianza 100% Pinot Noir, Domaine Newman) tiene un color rojo rubí muy bonito, de capa baja. Bastante cerrado en nariz al principio, le costó mostrarse (no lo decanté, lo descorché una hora antes de servir), y cuando lo hizo, marcaba sobre todo balsámicos, especias, madera y una ligera envoltura de fruta roja. En boca es un vino con cierto cuerpo, bastante sedoso, con un tanino que parecía ir y venir; según iba evolucionando el vino, se iba conjuntando todo. Un vino que inicialmente no me convenció y que luego, según pasaba el tiempo, me iba gustando más.
El segundo vino es elaborado por el Aubert de Villaine. A muchos, este nombre igual no les dice mucho; pero si oyen que es copropietario y codirector del Domaine de la Romanée-Conti, seguro que la cosa cambia. Aubert y su esposa Pamela regentan el Domaine A. et P. de Villaine, situado en Bouzeron, en la Côte Chalonnaise. Practican en todos sus viñedos un cultivo orgánico, poseyendo desde 1986 la certificación de Qualicé-France. Tras vendimia manual, vinificación en depósitos de roble, crianza de un año y embotellado sin filtrar, nace el Domaine A. et P. de Villaine La Fortune 2009 (AOC Bourgogne, tinto con crianza 100% Pinot Noir, Domaine A. et P. de Villaine). Muestra un color granatoso algo apagado, de ribete granate con algún destello rubí, de capa baja. Nariz algo extraña, no muy intensa, con un deje químico en primer plano, que al desvanecerse dejaba aparecer frutos rojos, tierra mojada y notas como de busque húmedo y de setas. En boca, es un vino suave, con una buena acidez, que en algún sorbo parecía muy marcada; retronasal sobre todo frutal y un tanino muy sedoso, dejando un final no demasiado largo. Mejoró bastante tanto en nariz como en boca a las 24 horas, mostrando muchos más aromas frutales, con un paso por boca más sedoso y conjuntado y con una mineralidad más presente. Mucha mejor boca que nariz sin ninguna duda, aunque al principio no me entendí del todo con él. ¿Igual algún problema con esta botella?
Dos vinos algo complicados en nariz, pero que se van expresando con tiempo y aire, y que discretamente hacen que nos vayamos sirviendo una copa detrás de otra.
Alguna botella de La Fortune me supo, quizá, de ese modo que indicas. Un algo raro, como con los elementos deslabazados y dejándome con dudas de si este vino es así, si era la botella, si era yo o si todo lo contrario.
ResponderEliminarPor otro lado también he bebido algunas botellas más de este vino que me han encantado y me han resultado vinos, directamente, de sed.
Saludos,
Jose
Hola Jose.
EliminarEsa fue mi sensación: soy yo?, es esta botella?, es así este vino? Pero por lo que comentas, igual era esta botella.
Me haré con alguna otra para ver que tal.
Saludos.