Tenía muchas ganas de probar vinos Made in USA, y la verdad es que mi primer encuentro con ellos ha sido bastante decepcionante. Vaya por delante que los que he probado no son, ni mucho menos, vinos punteros del Valle de Napa o de Oregon, pero por el precio que tienen, sinceramente esperaba algo más.
El primer desencuentro vino de la mano de una uva que los estadounidenses asumen casi como autóctona. A pesar de que los estudios de ADN han determinado que la Zinfandel es en realidad la misma Primitivo italiana, es con el nombre que se le ha dado al otro lado del atlántico con el que ha cosechado fama mundial. El Cedar Wood Zinfandel 2006 (California, USA; tinto con crianza 100% zinfandel, G. Wood & Co.) mostraba un color rubí con reflejos rubídeos y granatosos. En nariz empezaron los problemas, dando unas leves notas de grosella que pronto se veían eclipsadas por fruta pasificada, como un jerez dulzón. En boca, más de lo mismo, un vino abocado, con sabores ajerezados dulzones, algún recuerdo lejano de lo que debió ser acidez, y casi ni un efluvio de tanicidad.
Tan poco agradable me resultó el vino, que volví a la tienda con la botella; allí me explicaron que no había ningún problema con el vino, que era una evolución natural y normal de una Zinfandel, pero aún así me la cambiaron.
Yo seguía empeñado en un vino USA, pero para no jugármela de nuevo, decidí elegir una uva reconocible y con la que, como dice Oz Clarke, los experimentos suelen salir bien. Así se vino a casa una botella de Red Peak Cabernet Sauvignon 2007 (California, USA; tinto con crianza 100% Cabernet Sauvignon, Red Peak Wineries). En la copa mostró un color granatoso apagado, con ribetes atejados, muy evolucionados para un Cabernet de 2007, lo que no auguraba buenas cosas. La nariz es bastante plana, con algo de casis y otras frutas negras, tenue especiado y poco más. En boca, aún conserva acidez, pero apenas rastro del tanino esperable en esta casta, un cierto dulzor no explicable por los 13º de alcohol, y una discreta frutosidad que hacían el conjunto bebible, pero nada más.
En resumen, dos vinos que, si han estado bien conservados como supongo, tienen una muy mala RCP, y que no deben ser embajadores de los vinos de California y de los EEUU. Tiene que haber mejores vinos por allí, sin tener que llegar a Winiarski o Mondavi.
El primer desencuentro vino de la mano de una uva que los estadounidenses asumen casi como autóctona. A pesar de que los estudios de ADN han determinado que la Zinfandel es en realidad la misma Primitivo italiana, es con el nombre que se le ha dado al otro lado del atlántico con el que ha cosechado fama mundial. El Cedar Wood Zinfandel 2006 (California, USA; tinto con crianza 100% zinfandel, G. Wood & Co.) mostraba un color rubí con reflejos rubídeos y granatosos. En nariz empezaron los problemas, dando unas leves notas de grosella que pronto se veían eclipsadas por fruta pasificada, como un jerez dulzón. En boca, más de lo mismo, un vino abocado, con sabores ajerezados dulzones, algún recuerdo lejano de lo que debió ser acidez, y casi ni un efluvio de tanicidad.
Tan poco agradable me resultó el vino, que volví a la tienda con la botella; allí me explicaron que no había ningún problema con el vino, que era una evolución natural y normal de una Zinfandel, pero aún así me la cambiaron.
Yo seguía empeñado en un vino USA, pero para no jugármela de nuevo, decidí elegir una uva reconocible y con la que, como dice Oz Clarke, los experimentos suelen salir bien. Así se vino a casa una botella de Red Peak Cabernet Sauvignon 2007 (California, USA; tinto con crianza 100% Cabernet Sauvignon, Red Peak Wineries). En la copa mostró un color granatoso apagado, con ribetes atejados, muy evolucionados para un Cabernet de 2007, lo que no auguraba buenas cosas. La nariz es bastante plana, con algo de casis y otras frutas negras, tenue especiado y poco más. En boca, aún conserva acidez, pero apenas rastro del tanino esperable en esta casta, un cierto dulzor no explicable por los 13º de alcohol, y una discreta frutosidad que hacían el conjunto bebible, pero nada más.
En resumen, dos vinos que, si han estado bien conservados como supongo, tienen una muy mala RCP, y que no deben ser embajadores de los vinos de California y de los EEUU. Tiene que haber mejores vinos por allí, sin tener que llegar a Winiarski o Mondavi.
Has probado los de Marimar Torres?
ResponderEliminarLo que yo he catado no está mal...
Hola Mariano.
EliminarHe leído sobre ellos, y creo que alguna vez me crucé con una botella de su Chardonnay, pero no los he probado.
Si me vuelvo a encontrar con uno, se vendrá a casa.
Saludos.
Smiorgan:
ResponderEliminarLOs vinos de Napa en general son caros, un buen Rutherford anda sobre los 40 dólares, aunque aquí como en muchos casos los vinos más caros son los de crianza prolongada en madera, lease té de roble. Puedo darte algunas bodegas pero dudo que lleguen a España. Dashe Cellars, Chapellet son dos de mis favoritas, el Zinfandel de Dashe Cellars es muy bueno.De la zona de Stag´s Leap está Clos Du Val, cuyo merlot me gusta mucho.
Saludos
Hola Benjamín.
EliminarHe mirado precios de vinos Made in USA y he visto que baratos no son. Gracias por las recomendaciones, a ver si busco alguna cosa.
Saludos.
Pues no sé si ha salido por aquí, pero aparte de alguna syrahz bien interesante en Santa Ynez Valley, a mí me va el maestro Paul Draper y sus CS, sobre todo el Monte Bello. Eso sí, hay que echarle años...
ResponderEliminarSaludos,
Joan
Hola Joan.
EliminarDe los vinos de Draper he leído cosas muy interesantes. Me apunto lo de Santa Ynez.
Saludos.
Donde puedo localizar en España o pagina web de cebra algun dasher cellars "Les Enfants Terribles. He visto un programa de wineman en viajar y por lo visto es la bomba.
ResponderEliminarUn saludo