Viudas y Burbujas

Hace un par de días he asistido a una cata-presentación de los champagnes de Veuve-Clicquot.
Primero una interesante y amena introducción sobre la historia de la marca, sus viñedos, su filosofía, y sobre todo, la señora Clicquot-Ponsardin. Esta buena mujer, tras quedarse viuda y embarazada, toma las riendas del negocio familiar e introduce algunas mejoras, sin las cuales no sería posible el champagne como lo conocemos hoy día, como el hacer reposar las botellas inclinadas para lograr el depósito de los sedimentos en el cuello y, tras el degüelle, obtener un vino limpio y claro. También cambia el tradicional color blanco de las etiquetas por el amarillo (actualmente el pantone del color de las etiquetas de Veuve Clicquot está registrado) y expande el negocio comprando nuevos viñedos. Por estas y otras cosas, la señora Clicquot fue llamada la "Grande Dame de Champagne".
Tras esto, la cata propiamente dicha de tres champagnes de la marca.
- Veuve Clicquot Brut Etiqueta Amarilla. Vino de uvas procedentes de hasta 60 diferentes pagos, con una proporción de 50% Pinot Noir, 30% Chardonnay y 20% Pinot Meunier. Amarillo pálido, brillante, con algún reflejo verdoso débil y matices acerados. Nariz muy agradable, donde a pesar de ser sólo un 30% del coupage, destaca mucho la chardonnay, aportando aromas cítricos, fruta blanca, mantequilla y alguna nota floral. En boca es fresco, alegre, con acidez suave y final muy agradable. Un champagne para cualquier ocasión.
- Veuve Clicquot Rosé. Proporciones similares al brut etiqueta amarilla, pero utilizando hasta un 12% de vino tinto. Tiene un color rosa pálido, con reflejos ambarinos y cobrizos muy bonitos. En nariz se nota la presencia de los tintos de pinot noir, con presencia de frutas rojas, sobre todo frambuesa. Paso por boca muy agradable, notándose levemente la astringencia de los taninos, muy bien ensamblada con la acidez. Final algo más largo. El que menos me gustó. A pesar de las modas, no acaban de convencerme los rosés.
- Veuve Clicquot Vintage 2002. El último millésimé de la marca, hecho con vinos procedentes de 17 pagos, todos ellos grand o premier crus, con un coupage de 60% Pinot Noir, 7% Pinot Meunier y 33% Chardonnay. Amarillo dorado, con reflejos dorados brillantes. Nariz mucho más intensa y compleja, con notas florales, cítricas, algún atisbo de especias. En boca es sedoso, intenso y complejo, con astringencia bastante más marcada y con un sorprendente dulzor. Aparecien nuevamente los citricos y las frutas blancas. Final bastante largo. Gran champagne, complejo, intenso y muy muy rico. De los de sacar en ocasiones y quedar como un señor.
En general una más que agradable experiencia, y como siempre, deliciosos champagnes los de esta casa, cuyo lema, el de la señora Clicquot, es "Una sola calidad, la mejor".

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