Nombre Clave y Tinto Dulce

Sea por moda, por fama, porque queda bien o porque realmente son buenos aficionados y forma parte de la evolución natural de los aficionados pudientes, muchos famosos se han apuntado al carro de poseer o ser socios de viñedos o bodegas. Así, Sting es propietario de una finca en Italia donde se produce entre otras cosas un Chianti, Cliff Richard es propietario de una bodega en Portugal, Jarno Trulli posee una bodega en el Abruzzo, Beckham adquirió una propiedad en Napa Valley, Gerard Depardieu es copropietario de unas 11 marcas, entre ellas una bodega en el Priorat...
También famosos españoles se han apuntado, como Roberto Verino con su bodega Terra do Gargalo en la DO Monterrei, José Luis Cuerda con San Clodio en Ribeiro, Joan Manuel Serrat con Mas Perinet en Priorat, y varios otros.
En Junio de 2009, Antonio Banderas se hace con parte de la bodega Anta Natura, que pasa a denominarse Anta Banderas. Esta bodega, inicialmente de carácter familiar, elabora varios vinos tintos y un rosado, amén de aceite de oliva.
Hoy, comiendo en el restaurante Marabierta (un sitio que nos encanta por sus vistas al mar, la tranquilidad y su milhojas de manzana con foie, queso de cabra  y bacalao ahumado), y tras decirnos el maître que no podía servirnos el Ferratus que habíamos pedido, nos ofreció y aceptamos el A16, según su web, la joya de la corona de Anta Banderas. Elaborado con Tempranillo, Cabernet Sauvignon y Merlot, con crianza de alrededor de 16 meses en barricas de roble francés nuevo. Es un vino de un bonito color granate con ribetes también granatosos. De intensidad aromática media, muy agradable, con mucha fruta madura (frambuesas, ciruelas) en primer plano, dejando sitio luego a los ahumados, algo de vainilla e incienso. En boca es muy sedoso, frutal, con un retronasal donde aparecen de nuevo claramente los ahumados, unos taninos suaves bien integrados y de duración media larga. Nos ha gustado mucho, estando dispuestos a pedirlo en alguna comida con amigos para sorprender.
Fuera de programa nos han invitado a una copita de Recóndita Armonía, un tinto dulce de Bodegas Gutiérrez de la Vega. Monastrell (80%), Syrah y Cabernet Sauvignon con 3 meses de crianza en roble americano. Color cereza oscuro, brillante, aromas intensos a fruta muy madura licorosa (higos, ciruelas pasas), aterciopelado y muy muy goloso en boca, con unos taninos finales sorprendentes.
Dos vinos muy agradables, de los cuales el A16 ha sido una placentera sorpresa.

Comentarios

  1. A mí me hace el efecto contrario, basta con que vea en una etiqueta el nombre de un artista famoso, para que me dé la vuelta.

    saludos

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  2. Benjamín, la verdad es que primero probé el vino, y luego me explicaron que Banderas era copropietario. Aún así, lo hubiese probado, luego decidiría.
    Saludos.

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